Y conmemoro y agradezco también desde aquí la cena sorpresa que me montaron ayer Sara y Nacho, Packs y los primos. Todo un montaje de grandes proporciones orquestado por Sara, y con una actuación digna de Oscar de Luis y Ana que me sacaron de casa para que yo no me oliera lo más mínimo. Y huelga decir que no me olí.
Packs me regaló un pulsómetro, con el que espero alcanzar las más altas cotas de desarrollo físico. Y Sara estos bonitos y frikis muñecos recortables que muestro a continuación.
Son ni más ni menos que el Dr. Zoidberg, mi admirado Spiderman, Darth Vader, y un simpático pingüino.
Para los que os hallan gustado estos bonitos muñecatos cabezones deciros que parecen que están ultimamente de moda por ahí y son un regalo muy chulo si tenéis algún amigo con gustos frikis. Aquí os pongo el enlace de Cubeecraft donde hay cientos de diseños para bajaros. Y si no es para regalos no importa, es una buena manera de pasar la tarde recortando y pegando como cuando en el cole hacíamos los dodecaedros e icosaedros aquellos, jaja.
Y no puedo dejar pasar el regalo que el primo Luis me hizo el Sábado, y que al dármelo casi desgracia medio piso. El protagonista de mi anterior post: el Mikasa FT-5, que muestro con orgullo con mis guantecinos, y mi camiseta de España.
Y como este es mi blog y pongo lo que me sale del pito, os dejo aquí el tema principal de la mejor película de jóvenes que se ha hecho, El club de los cinco. Así mato dos pájaros de un tiro, y con esta nostálgica canción ochentera homenajeo al mismo tiempo al director de cine John Hughes (que el 6 de Agosto se cumplió un año de su fallecimiento), y a mi juventud perdida.
Perdida, porque lo dicen los años, yo la verdad me sigo sintiendo guay. Disfrutad de la pedazo de canción y de la peli si la veis.